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jueves, 30 de junio de 2011

Una persona observó: Qué hoy la gente no se ríe y ve feliz, antes había que lavar de rodillas en bateas, hacer la comida desde cero porque no existía nada preparado ni en conservas, lavar pañales, encender la estufa con carbón, andar a pie o en micro, etcétera.

Motivada por aquella observación indagó ese ¿por qué?, la gente no se ve feliz.

Primero, descubrió que existe 'un culto o respeto' al mal genio. Es decir, la gente respeta y considera 'importante' a la gente que anda con el ceño fruncido o que no se ríe.

"En una revista aparecieron las fotos de los 10 Gerentes Generales de empresas que se ganaron el mejor lugar para trabajar: a lo más 3 sonreían... ".

Hoy si te ríes o llegas a la hora pareciera que no tienes nada que hacer, es decir, eres poco importante.

Si el médico atiende a la hora, es porque 'no tiene pacientes '.

Pareciera que hoy, el que se ríe es el que tiene que ir al psicólogo ("hazte ver").

La persona sonriente tiene que entrar a explicar por qué está así. Sin embargo, a la amargada no se le pregunta porque 'eso es normal'.

Imaginen el ejemplo a nuestros niños, no aprenden a sonreír. La sociedad será cada vez más seria.

Segundo, existe el fenómeno de la "invisibilidad": no vemos a las personas de nuestro entorno.

No se 'personifica', nadie es llamado por su nombre, ni menos se saluda, especialmente a personas que otorgan servicios a nuestro alrededor como las que hacen el aseo, guardias de seguridad, el jardinero, etc.

También la gente es conocida por lo que hace y no por lo que es.

Días atrás fueron a instalarme unas cortinas, me presenté preguntandole el nombre al cortinero, quien se quedó pensando y me dijo: sabe señora, yo casi no uso mi nombre porque soy "el de las cortinas".

Lo cierto es que cuando le preguntan el nombre a alguien, éste se asusta, porque normalmente es para retarte o acusarte al jefe.

Un simple saludo puede 'cambiar' el ciclo de la sociedad, por ejemplo, el Guardia está todo el día 'invisible‘, llega a su casa de mal genio, violento, sin conversación familiar, nada nuevo. Un solo saludo puede cortar ese círculo, dándole un tema de conversación con la familia, llegando de buen humor a su casa. Cada uno de nosotros puede hacer algo para cortar el círculo negativo.

La gente que saluda, que es amable, que mira y respeta a los demás no se nota en el día a día, pasa 'piolita'. Los que sí se notan son las personas agresivas, los que gritan y atropellan. Es decir, la sociedad fomenta este tipo de personas transformándose en modelos a seguir por los jóvenes.
Incluso hoy se está "capacitando a las personas para ser amable".

En un Call Center te responden Buenos Días, mi nombre es Evelyn, ¿en qué puedo servirle? y quien lo dijo no soporta su trabajo.

Pregunté a los Guardias de un conocido Centro Comercial, que también deben saludar al entrar y salir cada cliente, si los clientes les respondían el saludo. Por supuesto que no, pero me aseguraron que si le dijeran a algún cliente: "chao vieja e' m.." Se devolverían y le preguntarían el nombre, etc., etc.

Otro aspecto destacable es la anticipación de la desgracia.

En nuestro país 'lo bueno' dura poco.

A la embarazada, la vecina le cuenta que la Juanita perdió la guagua y luego agrega: - "pero tu estás bien, ¿cierto?."
Uno no entiende si fue a dar aliento o desanimar.

¿Cuántos hijos tienes?
Todavía no tenemos
¡Ah! ¡Que bien, pero espérate cómo te va a cambiar la vida cuando tengas uno!. ¡Aprovecha de disfrutar (... que te va a durar poco)!.

Pasa mucho también, que nos enteramos de las cosas cuando "no resultan".

¡Si una amiga empieza a salir con un pretendiente, no le cuenta a nadie...! Sólo nos enteramos una vez que se termina la relación.

Si alguien está postulando a un buen trabajo, no cuenta y uno se entera cuando no quedó seleccionado.

También tenemos la característica (los peruanos) de no tener nunca la culpa.

En el Supermercado una señora pasó a llevar unos tarros que se cayeron y siguió tal cual. Yo le hablé y le dije que se le habían caído los tarros y ella dijo: - "no, a mi no se me cayeron"...

Estuve media hora tratando que reconociera, hasta le pregunté a otro cliente si había temblado, para convencerla. Al final reconoció diciendo: - "bueno, a lo mejor, puede ser, no me di cuenta".

Otra costumbre dañina es la manía de "guardar cosas".

Por ejemplo, manteles, copas, cuchillería, etc.

Yo me crié creyendo que las aceitunas eran sólo para las visitas, y si mi apuran, también el maní. Lo peor de esto es ¿para quién o para qué se guardan estas cosas? ¿para las visitas que no sabemos quienes son ni cuando vendrán? ¡Por último, si supiésemos quienes son, los podríamos llamar para decirles que se apuren en venir para usar esas cosas...!.

Mi papá (con vergüenza) me contó que iba a botar una botella de champagne vencida, que compró cuando yo nací, hace 43 años atrás, es decir, nunca la usó para celebrar algún logro mío.
Y así estamos todos, paralizados esperando que el resto empiece a hacer algo, que salude, etc.

¿Qué hacer?, ¿Cómo ser salvo de toda esta cadena? :

Si sembramos papas, eso cosecharemos, sí cebollas; también, es obvio que cosecharemos amor si lo sembramos pero ¡nadie! puede sembrar aquello que no posee.

Nuestros padres nos dan lo que recibieron de sus antepasados quienes vivieron convencidos que era lo mejor porque olvidaron que perdieron el amor de Dios. "Mas yo os conozco, que no tenéis amor de Dios en vosotros". Jn:5:42

Primero: Todos somos pecadores y no hay uno que sea libre y salvo

Segundo: Cree que Jesús murió remplazandote en la cruz del Gólgota, al tercer día resucitó y por fe confiesalo con la boca y recíbelo en el corazón. Entonces tendrás la paz que el mundo no conoce pero sí los que creen.

Tercero: Cada día lee la Biblia empezando por el Nuevo Testamento. Comunica tu decisión y lo que acabas de recibir y no dejes de sonreír.

"Sé agradecido con Dios".

Si yo pregunto ¿cómo fue tu día ayer? y me dices "como todos, común y corriente", ¿has pensado en la comida, o que tu familia está con buena salud, en que vas a alguna parte y alguien te recibe, etc.?.

Pues debes tener claro que, todo eso no lo tienen todas las personas, más de la mitad del planeta no conoce lo que acabas de recibir, no dejes de sonreír.

Dios te ama, cuida, guarda y bendiga en el nombre de Jesús.

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