Desde que poblamos la tierra se buscaron maneras de mejorar la existencia terrenal usando aleaciones metálicas para labrar la tierra y rocas para construir viviendas con minerales extraídos del subsuelo. De esta manera fuimos transformando nuestro entorno haciéndolo confortable. Cuando se concluyó el Canal de Panamá que une el Atlántico con Pacifico se observó una diferencia de nivel entre ambos que debe tener alguna consecuencia que no percibimos y no entendemos porque nunca se hizo un Estudio de Impacto Ambiental. En aquel entonces carecía de sentido porque éramos menos habitantes. Arañar las entrañas de la tierra para trasvasar lagunas y extraer el oro del lecho puede tener resultados catastróficos similares al calentamiento global que aun no podemos controlar. Tal vez sea menor inversión pero las consecuencias de aquello puede resultar mas caro la lavada que la camisa. Hay un dicho en Ingeniería: "Técnicamente todo es posible, la factibilidad de ejecución son los costos"
Tenemos logros que achican las ideas futuristas de Julio Verne, quien dejaba boquiabiertos a sus lectores soñando con cosas en aquellos tiempos increíbles. A pesar de los avances actuales en materia de tecnología, es poco o casi nada lo que adelantamos en las ciencias de la tierra. Trasvasar lagunas a otro entorno suena a ficción y es fácil de proyectar cuando no se nació ni vive en el lugar.
Gran parte del conflicto se genera porque las autoridades competentes no tienen visión del futuro y nuestra Legislación Minera no está adecuada a la realidad.
Si se sabe el tamaño del yacimiento en el lecho del lago. Existen otras maneras de extraerlo sin dañar el ecosistema, aquello incluye a las aguas para la agricultura que deberán retornar al ciclo sin contaminación y es algo que deberemos conseguir para decidir sobre la ejecución.
Mientras no existan las condiciones reales de la extracción garantizadas por una legislación minera moderna. Se deben dejar los yacimientos de oro en los lechos de lagos y lagunas conservando intacto el ecosistema y a los lugareños; que son los dueños, le duela a quien le duela porque allí nacen, viven y mueren.
Tenemos logros que achican las ideas futuristas de Julio Verne, quien dejaba boquiabiertos a sus lectores soñando con cosas en aquellos tiempos increíbles. A pesar de los avances actuales en materia de tecnología, es poco o casi nada lo que adelantamos en las ciencias de la tierra. Trasvasar lagunas a otro entorno suena a ficción y es fácil de proyectar cuando no se nació ni vive en el lugar.
Gran parte del conflicto se genera porque las autoridades competentes no tienen visión del futuro y nuestra Legislación Minera no está adecuada a la realidad.
¡Debemos actualizarla!
Por otro lado a escala mundial no existen experiencias de explotación de lechos marinos que sirvan como punto de partida para desarrollar una de manera científica, racional tampoco Estudios de Impacto Ambiental para entender ¿qué significaría trasvasar lagunas? Y ¿Cuál su impacto ecológico?.Si se sabe el tamaño del yacimiento en el lecho del lago. Existen otras maneras de extraerlo sin dañar el ecosistema, aquello incluye a las aguas para la agricultura que deberán retornar al ciclo sin contaminación y es algo que deberemos conseguir para decidir sobre la ejecución.
Mientras no existan las condiciones reales de la extracción garantizadas por una legislación minera moderna. Se deben dejar los yacimientos de oro en los lechos de lagos y lagunas conservando intacto el ecosistema y a los lugareños; que son los dueños, le duela a quien le duela porque allí nacen, viven y mueren.
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